Escogí esta empresa como una historia de éxito ya que la persona que lo inicio, nunca imagino que su afición y pasión por el mar, lo impulsarían a llegar tan lejos y en un tiempo no tan prolongado, tuve la oportunidad de trabajar en esta cadena de restaurantes como cajera y pude vivir de cerca los cambios que se iban dando para hacer realidad el sueño de salir fuera con nuevos locales y trabajar en el día a día por lograr no solo la satisfacción de los clientes, sino también su preferencia. Han pasado unos años y veo con mucha sorpresa y agrado que lo que fuera un proyecto y meta, se logro alcanzar, en ese entonces no solo se llevaban a cabo cambios en la infraestructura de los locales, sino también en la organización, se comenzaban a crear aéreas definiendo y direccionando las tareas a realizar, se creó el área de recursos humanos, de contabilidad, de marketing, cada uno en su especialidad, no como antes que solo un grupo de personas eran las encargadas de velar por todas las funciones de la cadena de restaurant, ese fue el inicio para ir ordenándose y comenzar a crecer más rápido, es un restaurant como mucha afluencia de público y muy exigente en su atención.
Esta cadena de restaurantes fue iniciada por Daniel Manrique Winkler, un secreto que dice llevar en su vida, es que nunca estudio un curso de cocina y menos se imagino llegar hasta donde ahora esta, se considera una persona autodidacta en el mejor sentido de la palabra y que todo lo aprendido se lo debe al mar, el cual dice fue su inspiración.
Tiene una filosofía de trabajar conscientemente, en lo que uno tiene mucha vocación, hacer el mayor esfuerzo para desarrollarlo y tener por seguro que todo caerá por su propio peso, a lo largo de estos 17 años que tiene su negocio se le han presentado oportunidades y las ha sabido aprovechar, el expresa: “cuando alguien hace las cosas con pasión nada es imposible”
Este personaje desde muy chico tuvo una afición por la comida marina, con el pasar del tiempo empezó a incursionar en la pesca pero con redes de nylon que en esa época fue una revolución ya que el pescado caía fácilmente porque no se veían las cerdas en el agua, antes eran de soguilla color verde y era más difícil que caiga porque el pescado se daba cuenta.
El cuenta que a los 16 años ya pescaba junto a un grupo de amigos en el Peñascal, entraban con sus tablas y amarraban una cámara de camión a la pita de la tabla, entraban remando y llevaban la red hasta los sitios donde los pescadores no podían llegar por la bravura del mar y era ahí donde estaba el mejor pescado, entraban a las seis de la tarde y recogían el pescado a las seis de la mañana, esa fue su fuente de vida y de trabajo para él y un grupo de amigos, ya que parte de la mercadería la vendían y los mejores pescados los separaban para poder disfrutarlos como primera comida del día, siendo él quien los cocinaba para sus amigos, las formas de preparación eran en cebiches, al horno, sudados, fritos enteros.
Empezó su carrera cocinando para sus amigos con los que salía a pescar, el Segundo Muelle de San Bartolo fue su fuente de inspiración y de ahí salió el nombre para su restaurante ahora convertido en franquicia.
Monto junto a un amigo de la universidad una cebichería de solo 4 mesas y una barra en un local de San Isidro, siendo bautizado como Segundo Muelle, este pequeño lugar tuvo una gran acogida y se hizo conocido, siendo muy visitado y reconocido por su creatividad, calidad y atención personalizada. Pronto un solo local quedo chico y se vio la oportunidad de convertirse en una cadena de restaurantes.
A los 28 años entro de lleno al negocio dejando sus estudios de administración, pues su pasión por los fogones fueron más fuertes, paso de ganar 4 mil dólares mensuales en un negocio de motocicletas a ganar 400 dólares , pero esto no le preocupo, pues se sentía realizado.
En 1994, abre su propio negocio en Pezet, esta vez con diez mesas, donde trabajaba de cocinero, de anfitrión, proveedor y mozo. Luego de 8 meses tuvo 25 mesas; y al año 45. Trabajo muy duro durante los 6 años siguientes para consolidar su marca “Segundo Muelle”, lo que no le dio tiempo de estudiar ningún curso de cocina hasta el día de hoy, y por tanto, se declara un autodidacta que heredo la sazón de su madre y sus tías y que aprendió mucho de las experiencias que obtuvo en sus viajes.
El primer destino del Segundo Muelle fue México, luego Panamá, Ecuador y España, lo que lo ha convertido en una gran franquicia a nivel mundial. Actualmente cuenta con 4 locales y tiene en proyecto abrir 2 mas, uno en Brasil y otro en EEUU.
Su variedad es platos marinos y arroces, rissotos, pastas, tacú tacus, chicharrones, etc., hechos a base de pescados y mariscos.
Hoy en día gracias a estas experiencias vividas en su juventud logro sacarle provecho ya que afino mucho su paladar y siempre exige frescura en su comida cuando se trata de algo proveniente del mar.
Con los años el Segundo Muelle no solo se ha convertido en una de las cadenas de restaurantes más reconocidas de la capital sino que además se ha posicionada como una marca solida.
Ha forjado su imagen como la de un restaurante que realmente supera las expectativas de cualquiera. Su creatividad, pasión y calidad se encuentran también en sus nuevos servicios (clases, eventos), en los sistemas que aplica para capacitar a su personal y hasta en su comunicación (web y publicidad)
Con cuatro restaurantes en las mejores zonas de lima, varios premios a su creatividad y sazón y la preferencia de más de20, 000 clientes que los visitan mensualmente, se podría pensar que el Segundo Muelle es una empresa consolidada en todos sus procesos.
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